Un club del que se hace muy interesante hablar al tratarse de una sucesión de Wolf, cuyo enorme impacto en un año se puede catalogar como "fenómeno" o "moda". Pero antes o después, todo tiene un fin y toca avanzar; ayer disfrutábamos de Wolf y cual follow-up de single exitoso, hoy toca analizar a Crow.
La apuesta es sencilla: mantener la fórmula del éxito y asemejarse lo máximo posible a la discoteca que se llenaba en el ambiente más salvaje a ritmo de Electro-Dubstep. Pero de momento Crow se está encontrando con varios handicaps que le están pasando factura:
· El día en que se realiza, el hecho de ser en miércoles echa atrás a parte del público y lógicamente, no se cuenta con la misma afluencia de clientes que en fin de semana. Al acabarse el verano se le tendrá que poner solución a este punto si no se quiere enterrar cualquier expectativa de futuro.
· La sala. Por mítica que sea, City Hall no ofrece el mismo formato discoteca que Factory, demasiado escenario para una pista corta de cara al público. La calidad del sonido se encontraba por debajo de la media, aunque se agradece que al salir no duelan los oídos, lo suyo sería encontrar un término medio entre la molestia y la falta de impacto musical.
· Se echa en falta a personal mítico de Wolf, como lo eran Dirty & Homeless en el apartado musical, a algunas de las espatarrantes bailarinas, y a un fotógrafo enorme como Hara Amorós. Aprovechando que toco el punto de las fotos, he de manifestar mi descontento con el servicio ofrecido, y es que topamos con muchas imágenes tomadas demasiado cerca.
Algunos son problemas ante los que no se puede luchar, pero otros sí se pueden pulir. Se ha de intentar ir más allá y ofrecer algo nuevo, porque seguir la estela del proyecto original no parece suficiente, y más cuando no se cuenta con los mismos medios. La época Wolf fue bonita, pero hay que avanzar, y Crow da la sensación de ser una simple copia en vez de una evolución.
Eso sí, he de romper una lanza enorme a favor de esta idea por ofrecer entrada GRATIS hasta la 1:30. (Aunque esto incluya un tirón de orejas al servicio de portería en el primer día, por abrir tarde la cola y hacerla avanzar exageradamente lenta, ya sabemos de qué va todo esto). El caso es que se abre las puertas a un gran espectáculo musical sin que pique al bolsillo. Algo de lo que muchas discotecas deberían tomar nota, y es que hay proyectos como el de Araña que se han estrellado (Por partida doble, Sabadell y Barcelona) por pedir demasiado cuando el ambiente y la afluencia de público no lo valían.
Las discotecas han de ser flexibles en cuanto a precios, y aplaudo a Crow por ello.
Además, se mantuvo el gran detalle de regalar bebida a la primera fila del público, a riego de pistola de agua servida por la animadora de turno, y el hecho de repartir pegatinas (De Big Mil en este caso) siempre deja un gran recuerdo de la velada, siendo detalles que se agradecen.
Sobre el contenido musical, ante todo, sobresaliente. Estamos ante un caso más en que hay que lamentar las condiciones cuesta arriba que provocan falta de público para actuaciones que valen la pena.
El set de Stile me pareció impresionante. Muy activo, con mezclas ingeniosas y detalles de turntabilism bien incluidos para plasmar con contundencia el panorama Electro mainstream. Big Mil estuvo a la altura, como siempre, Makaha Cream ofreció un warm-up fresco y se cerró con varias mezclas atractivas que combinaban éxitos de otros géneros con drops cañeros.
Los picos de la noche se alcanzaron con la mezcla de LRAD, Animals y Toulouse en cuestión de dos drops por parte de Stile, y con un inicio muy intenso de Big Mil, rompiendo con No Beef y Booyah. Próximamente me extenderé más en la sección mensual de Orgasmos Musicales.
Y relacionado con el tema, me gustaría atacar a la figura de los "animadores" de micro, que empañaron varios temas con berridos que no venían a cuento, además de forzar dos sit-downs a lo largo de la noche, y es que un movimiento mágico que se tendría que reservar para las grandes ocasiones parece haberse convertido en otra moda artificial.
Por cierto, estando en Barcelona no hace falta que habléis en inglés, os entenderemos mejor si cualquier cosa que gritáis lo hacéis en algún idioma nativo de nuestro país.
Recomendaría Crow a todo aficionado de la música electrónica, porque en este aspecto la oferta sigue siendo excelente. Sin embargo, no promocionaría la discoteca a personas escépticas en cuanto al género, porque no es el ambiente en que te envuelve, sino que has de ir tú a montarte la fiesta.
Pese a todo, es un proyecto que tiene todo mi apoyo y al que le deseo toda la suerte del mundo, pues cuenta con el nivel musical que nuestra cultura necesita.
Toda la razón, la música parecía muy bajita y el día de la semana esta mal elegido, espero que solucionen algunos problemas, por la terraza, un 10 ya que eso es lo que faltaba en factory.
ResponderEliminarEspero que sean problemas con solución ya que esto pocas discotecas lo ofrecen(entrada gratuita, buena música y buen ambiente).
Muy interesante tu critica, estoy de acuerdo!