viernes, 21 de febrero de 2014

GTA, cuando el impacto está en la música

JWLS y Van Toth, integrantes de la formación

Toca hablar de un par de artistas que merecen darse a conocer, y que afortunadamente, lo están haciendo a base de trabajos impactantes en la música electrónica: GTA.

Lo normal al leer esos tres dígitos es que se nos venga a la cabeza el famoso videojuego, y de hecho, a pesar del atractivo nombre artístico, lo cierto es que presenta importantes problemas a la hora de encontrar resultados de los GTA músicos por internet. Al margen de este detalle, se están abriendo paso a base de un estilo tan estridente y cañero, que puede gustar o no, pero merece ser aplaudido solo por el atrevimiento.

Procedentes de Miami, son de los productores cuyos trabajos ganan más en la pista de baile, a partir de unos kicks y drops de gran nivel, ya sean de un carácter más seco e impactante, como en Turn It Up o The Crowd, o rítmicos, como en los remixes a Saturn y Atmosphere.

No les gusta etiquetarse en ningún género, describen su estilo como "Dirty, sexy and full of hype". Han tocado el Electro, el Moombahton, catalogaron el Boy Oh Boy con Diplo como "House-ahton" e incluso remezclaron Pide Paso, un tema salsero. Desde luego, son impredecibles.

Calvin Harris les ha echado el ojo y ha lanzado por su discográfica Fly Eye Records lo último de GTA: The Crowd, Bola y Yolohton, en un impulso clave en el ascenso que está experimentando el dúo americano.

Y mucho cuidado, porque lo mejor puede estar aún por venir, ya que el 12 de febrero colgaron una foto en el estudio ni más ni menos que con ¡Skrillex! Atención a la bomba que puede salir de ahí.


Sonny Moore (Skrillex) y los GTA en plena creación

Sin duda, son un valor de futuro en la música electrónica y habrá que seguirlos, porque todo parece indicar que van a seguir rompiendo pistas durante mucho tiempo más.

jueves, 13 de febrero de 2014

Thunder Barcelona: Un regalo en medio de la incertidumbre


El pasado viernes 7 de febrero tuvo lugar uno de los eventos más esperados en los últimos tiempos por los fans de la música electrónica en la ciudad condal: La inauguración de Thunder, un proyecto ilusionante y que ha dejado buenas sensaciones en su estreno, pero que a su vez, conviene analizar para rebajar la euforia general y para animar a los escépticos, vamos allá!

Se traslada la esencia de Wolf a un club más amplio y preparado como Marhes, lo cual ha de considerarse una evolución, por mítica y nostálgica que sea la sala Factory/New York.
Y en general la idea es desarrollar los conceptos que triunfaron en su día, algo digno de aplaudir y que predecesores fallidos como Crow y Blow no hacían, ya que se limitaban a seguir la estela de Wolf cuando la fórmula se había agotado.

Además del mayor espacio en la sala, se cuenta con las grandes fotos de Hará Amorós, con efectos visuales más trabajados, con el repartir bebida con pistolas de agua mediante encargados a pie de pista o el ofrecer detalles como pegatinas o incluso cotillón (Imagino que esto último será por la inauguración, dudo que siempre se vaya a tirar la casa por la ventana de esa manera).  
Se nota el esfuerzo por crear identidad de discoteca con un intenso trabajo publicitario, y es que puede parecer una tontería, pero detalles como las pegatinas ayudan a reforzar la marca que pretende construir el club.

Foto tomada por el DJ Radiocontrol desde cabina
Destacar que se puede entrar a la sala Marhes libremente, en una interesante combinación de ambientes que, eso sí, tal vez pueda girarse en contra delante del público de Thunder que busque algo más estándar.

La fiesta estaba animada por el multiusos Mbaka, y aunque no me acabe de convencer la figura del hype-man en discotecas (sobre todo cuando abusan de intervenciones, aquí no se dio el caso), lo cierto es que se agradece ver a un tipo tan carismático como él, ya que supo dar juego y animar al personal sin eclipsar la actuación de los DJs. Buena elección, y es que Mbaka "The Truth" ya estuvo vinculado a este tipo de eventos junto a Zombie Kids.

En el aspecto musical se cuenta con la residencia de dos grandes conocidos en el panorama barcelonés como Big Mil y Radiocontrol (del que nunca he hablado y aprovecho para decir que me parece un DJ como la copa de un pino). Los invitados especiales fueron Kill The Hipsters, justificando el gran cartel con un enérgico set.

Con todo, aquella noche fue un éxito, con una notable asistencia y varios momentos álgidos, aún así en ocasiones como esta hay que ser precavido, porque las inauguraciones suelen ser engañosas, la situación real del club se verá con el paso de las semanas y meses.
Me decepcionó mucho el detalle que a partir de las 3:30 hubiesen grandes espacios en la sala, con demasiada gente fuera o en Marhes. Encontré demasiado poser y me quedé con la sensación que los fans reales de la música electrónica seguimos siendo los 4 de siempre, y que a corto plazo esta falta de raíz del género dance en el público provocará dos problemas básicos: La falta de gente cuando las discotecas Electro no están de moda y el excesivo postureo cuando sí lo están.

El hype-man Mbaka bañando en champagne a las primeras filas. Foto (c) Hará Amorós
Eso sí, haciendo una lectura positiva, noté muchas motivación general por volver a vivir fiestas como las de Wolf en su día, y ante el retraso cultural/musical de nuestras tierras contra el que no hay nada que hacer, el tener una sala Electro llena de postureo es un precio que como fan estaría dispuesto a pagar si el proyecto tira adelante.

Sinceramente, no podía recomendar sitios como Crow o Blow a personas que no fuesen fans de la música electrónica, por falta de ambiente. Pero Thunder lo entiendo como un sitio de visita obligada para toda persona de la zona que se considere fiestera, le guste el ElectroDubstep o no, porque el gentío y el movimiento lo va a encontrar.

Me quedo con que es un proyecto montado muy seria e inteligentemente, pero que no depende de sí mismo para triunfar, sino de que la tendencia vuelva a cuajar entre un público irregular.
Con lo cual, todo mi apoyo a la iniciativa, que en una época de incertidumbre ha caído como una bendición para los aficionados al género Dance. Gracias Thunder!