Del pasado jueves 6 al sábado 8 de marzo tuvo lugar en Opium Barcelona uno de los eventos del año en el panorama Dance de la ciudad condal: el Abroad Fest, que contó con nombres importantes a nivel internacional como Cedric Gervais o Glowinthedark, y trajo a un referente nacional como Sak Noel.
Aún así, el plato fuerte estaba en la noche del jueves, en un colapso de estrellas: Showtek, Laidback Luke y Sander van Doorn, en una apuesta fuerte y arriesgada, pero que era un seguro de que las cosas iban a ir bien.
El warm-up fue a cargo de Hektor Mass, que se movió entre el Deep y el House puro hasta llegar disimuladamente al Dance comercial y el Electro.
Showtek fueron los siguientes, de 1 a 2:15, en una sesión poco dinámica a nivel de mashups y edits, los temas solían sonar enteros. Pero la selección musical fue tan buena que compensó y se acabó disfrutando de un set muy enérgico. Esperaba que fueran ellos los encargados del set principal, por popularidad en el momento.
Sin embargo, el elegido para la sesión protagonista, de 2:15 a 3:30, fue Laidback Luke, cuyo enorme trabajo en directo lo convierte en una apuesta segura. Comenzó ametrallando con los hits Electro del momento con grandes mezclas, a mitad de actuación se atrevió con una parte experimental de Hip-Hop, Trap y otros sonidos alternativos al EDM. Sorprendió con varios minutos de Progressive suave y acabó con el estilo contundente, tan característico de su discográfica, Mixmash. Set muy completo.
Y por último, un hombre al que siempre es interesante de seguir en directo, Sander van Doorn, ya que el éxito de su sello Doorn Records garantiza un amplio abanico de primicias. A nivel de mezclas empezó demasiado inactivo, dejando temas enteros que no acababan de funcionar (Project T, Joyenergizer), pero según avanzaba su sesión mostró el gran material de exclusivas (Destacamos Guitar Track), y en un arsenal del Electro melódico en los build-ups y seco en los drops, típico de Spinnin', acabó funcionando y confirmándose como un buen set. Cerró con Tsunami en uno de los picos de la noche.
En todos los casos hablamos de sesiones entre la hora y cuarto u hora y media de duración. Fueron cortos pero intensos, y dentro del Electro House, cada artista se movía entre diferentes variantes y estilos de pinchar. Por lo que se disfutó de un espectáculo musical muy completo y que no se ve todos los días.
Sobre Opium, decir que se llenó a pesar de los descarados 55€ que costaba la entrada y que echaban para atrás a cualquier ciudadano de a pie. Como era de esperar, ambiente muy europeo, especialmente plagado de norteamericanos aquella noche (Que hicieron más ruido cuando Sjoerd Janssen, de Showtek incitaba al público de EEUU y de España en comparación).
Mucho rico y poco aficionado real a la música Dance, y es una pena. Porque está claro que un evento de tal magnitud supondrá un gasto considerable, porque lo vale, pero esa cantidad es impagable para la gran mayoría de cara a una sola noche.
Pero bueno, Opium es de las discotecas con una estabilidad de público más sana, al parecer hay mucha gente que se lo puede permitir y si al club le sale rentable inflar los precios así, no hay expectativas de que los precios vayan a bajar.
De todas formas, como aficionado al género Dance en la ciudad condal, es una suerte que podamos disfrutar de eventos así, y hay que saber valorarlo.
Aún así, el plato fuerte estaba en la noche del jueves, en un colapso de estrellas: Showtek, Laidback Luke y Sander van Doorn, en una apuesta fuerte y arriesgada, pero que era un seguro de que las cosas iban a ir bien.
El warm-up fue a cargo de Hektor Mass, que se movió entre el Deep y el House puro hasta llegar disimuladamente al Dance comercial y el Electro.
Showtek fueron los siguientes, de 1 a 2:15, en una sesión poco dinámica a nivel de mashups y edits, los temas solían sonar enteros. Pero la selección musical fue tan buena que compensó y se acabó disfrutando de un set muy enérgico. Esperaba que fueran ellos los encargados del set principal, por popularidad en el momento.
Showtek, empezando fuerte con Slow Down |
Sin embargo, el elegido para la sesión protagonista, de 2:15 a 3:30, fue Laidback Luke, cuyo enorme trabajo en directo lo convierte en una apuesta segura. Comenzó ametrallando con los hits Electro del momento con grandes mezclas, a mitad de actuación se atrevió con una parte experimental de Hip-Hop, Trap y otros sonidos alternativos al EDM. Sorprendió con varios minutos de Progressive suave y acabó con el estilo contundente, tan característico de su discográfica, Mixmash. Set muy completo.
Y por último, un hombre al que siempre es interesante de seguir en directo, Sander van Doorn, ya que el éxito de su sello Doorn Records garantiza un amplio abanico de primicias. A nivel de mezclas empezó demasiado inactivo, dejando temas enteros que no acababan de funcionar (Project T, Joyenergizer), pero según avanzaba su sesión mostró el gran material de exclusivas (Destacamos Guitar Track), y en un arsenal del Electro melódico en los build-ups y seco en los drops, típico de Spinnin', acabó funcionando y confirmándose como un buen set. Cerró con Tsunami en uno de los picos de la noche.
En todos los casos hablamos de sesiones entre la hora y cuarto u hora y media de duración. Fueron cortos pero intensos, y dentro del Electro House, cada artista se movía entre diferentes variantes y estilos de pinchar. Por lo que se disfutó de un espectáculo musical muy completo y que no se ve todos los días.
Laidback Luke en acción en mitad de su set |
Sobre Opium, decir que se llenó a pesar de los descarados 55€ que costaba la entrada y que echaban para atrás a cualquier ciudadano de a pie. Como era de esperar, ambiente muy europeo, especialmente plagado de norteamericanos aquella noche (Que hicieron más ruido cuando Sjoerd Janssen, de Showtek incitaba al público de EEUU y de España en comparación).
Mucho rico y poco aficionado real a la música Dance, y es una pena. Porque está claro que un evento de tal magnitud supondrá un gasto considerable, porque lo vale, pero esa cantidad es impagable para la gran mayoría de cara a una sola noche.
Pero bueno, Opium es de las discotecas con una estabilidad de público más sana, al parecer hay mucha gente que se lo puede permitir y si al club le sale rentable inflar los precios así, no hay expectativas de que los precios vayan a bajar.
De todas formas, como aficionado al género Dance en la ciudad condal, es una suerte que podamos disfrutar de eventos así, y hay que saber valorarlo.
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