Barcelona tuvo el honor de recibir el pasado jueves 20 de marzo a los reyes de la escena underground dentro del panorama Dance: Sunnery James y Ryan Marciano. La sala encargada de acoger el evento fue Opium, uno de los clubes más selectos y conocidos del panorama nacional, en una curiosa contradicción de filosofías, donde se acabaron imponiendo los bombos y los sonidos anti-mainstream de los protagonistas.
La última actuación de SJ&RM (para abreviar) en la ciudad condal tuvo lugar en abril de 2013, pero en este corto periodo de tiempo han reforzado su nombre a partir de su gran éxito en colaboración con Nicky Romero: S.O.T.U., Sound Of The Underground. Además, este show se presentaba como previa a una de las citas del año para estos holandeses, como lo será su sesión en el escenario principal del Ultra Music Festival de Miami el domingo 30.
Desgraciadamente, Opium no alcanzó su aforo máximo y se cerraron algunas zonas al público, dando muestras de que no era una gran ocasión. De hecho, a partir de las 4 la sala presentaba preocupantes huecos, sin destacar por el ambiente, a pesar de que el público asistente se mostró activo.
El encargado de hacer la sesión previa fue Wrexter, con un warm-up elegante que dejó para el recuerdo el momento en que pinchó el fino Soundtracks and Comebacks de Goldfish. Haciéndonos ver que sería una noche más cercana a lo alternativo que al género Dance de moda de melodías Progressive y drops Electro cañeros.
Cuando su sesión acabó a las 5 se cerraron las puertas de la discoteca, sin dejar espacio para un set posterior.
En todo momento se mostraron activos con el público, especialmente Sunnery James (el rapado), que no se despegó del micro mientras Ryan lideraba las mezclas.
Hay que reprochar que algunos cambios de tema no eran del todo limpios, pero compensaban este detalle con la animación al público y con una selección musical de nivel.
Desgraciadamente, Opium no alcanzó su aforo máximo y se cerraron algunas zonas al público, dando muestras de que no era una gran ocasión. De hecho, a partir de las 4 la sala presentaba preocupantes huecos, sin destacar por el ambiente, a pesar de que el público asistente se mostró activo.
El encargado de hacer la sesión previa fue Wrexter, con un warm-up elegante que dejó para el recuerdo el momento en que pinchó el fino Soundtracks and Comebacks de Goldfish. Haciéndonos ver que sería una noche más cercana a lo alternativo que al género Dance de moda de melodías Progressive y drops Electro cañeros.
A las 2:30 SJ&RM entraron en acción, empezando fuerte con S.O.T.U., su gran éxito. Los primeros minutos se movieron entre los bombos del Tribal House, con Tarzan de Kryder y varios temas primicia. Los siguientes compases derivaron en el Electro House de drops rítmicos y variados, como el Rip It Up, la edit de Dirty South del Blaze o Aye de New World Sound. A partir de aquí el set partía de la base Tribal alternando con temas de enorme variedad; el Progressive fino de Remember, la caña del mítico Greyhound o el divertido Boneless mashupeado con Party Non Stop de Pirupa. Presentaron como exclusiva su remix de Under Control y uno de los momentos de la noche se vivió cuando hicieron al público mover los brazos de izquierda a derecha al unísono en el build-up de Ping Pong, lo nuevo de Armin van Buuren. Finalizaron con la instrumental de Reverie fusionada con la vocal del If I Lose Myself, un seguro de emotividad entre el público.
Los protagonistas al inicio de su set
Cuando su sesión acabó a las 5 se cerraron las puertas de la discoteca, sin dejar espacio para un set posterior.
En todo momento se mostraron activos con el público, especialmente Sunnery James (el rapado), que no se despegó del micro mientras Ryan lideraba las mezclas.
Hay que reprochar que algunos cambios de tema no eran del todo limpios, pero compensaban este detalle con la animación al público y con una selección musical de nivel.
El remix de Under Control de SJ&RM presentado en primicia. Fuente: Jordi Moreno.
El global de la noche se valora como satisfactorio, aunque es una pena que un evento así haya tenido tan poca promoción por parte de los organizadores (De hecho, ni los protagonistas han publicado nada en sus redes sociales). Y es curioso, porque en la ciudad condal estamos acostumbrados al paso de DJs estrella (En cuestión de un mes hemos tenido a Skrillex, Laidback Luke, Showtek, Chuckie, Cedric Gervais o Sander van Doorn), pero no a las actuaciones de artistas que aportan sonidos diferentes y alternativos a las modas, como SJ&RM, y por dar otros nombres, Kryder, GTA, Dillon Francis, Disclosure o Mat Zo. Y cuando vienen productores de este corte su promoción es nula, como se ha dado el caso en los pasos desapercibidos de Kill The Noise, Borgore o Boys Noize en el mes de febrero.
Aún así, a modo de espejismo o de oasis en el desierto, ha sido una suerte disfrutar de una noche de bombos y Tribal House de la mano de este par de DJs tan infravalorados. Tal y como reza su canción estrella, "Jack to the sound of the underground!"
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