viernes, 7 de marzo de 2014

Skrillex takes over Barcelona: Razzmatazz. La intensidad mejorable


Todo un placer analizar este evento, como propio asistente y como barcelonés, y es que en la ciudad condal hemos de celebrar el que Skrillex nos dedique 4 días de su tour mundial, porque tan sólo San Francisco (con 6 fechas!), Brooklyn y Amsterdam han tenido esa suerte.

El evento escogido fue el del jueves 27 en Razzmatazz, por magnitud y garantías de la sala. Las entradas se agotaron con semanas de antelación, aunque soy de la opinión que esta actuación se podría haber llevado a cabo en un pabellón mayor, como el Palau Sant Jordi, el Olímpic de Badalona o incluso un campo de fútbol. Skrillex sería de los pocos DJs con el caché suficiente como para llenarlo, tal vez junto a Hardwell, Avicii, David Guetta y pocos más.

La actuación del californiano ocupó de las 2:30 hasta las 4h, en unos 90 minutos muy intensos, prácticamente íntegros de material propio (Temas ajenos reconocibles: EDM Death Machine de Knife Party y el Be Faithful de Fatman Scoop). En cuanto a los clásicos, la sala se vino abajo con Bangarang, el remix de Cinema, Make It Bun Dem y First of The Year especialmente, y funcionaron sorprendentemente bien otros hits más modestos como el Try It Out (con el que abrió), WEEKENDS!!! y el Summit.
En cuanto al contenido inédito, se reconoció la colaboración de Moombah junto a Kill The Noise y Fatman Scoop. Acabó con su remezcla de Cinema en un momento realmente emocional.

Skrillex, cerrando el show subido a la mesa de mezclas, antes del último  drop de Cinema.

Su set fue apoyado por un invitado de lujo, DJ Snake, que a partir de las 4 atacó Razz con los géneros alternativos (Abusando del Trap, en mi opinión), mientras que el warm-up fue a cargo de Alizzz, un clásico de la sala, en un set suave que reservó la caña al cabeza de cartel.

Los 27,5€ de la entrada valieron la pena, porque un fenómeno como Skrillex sólo al pinchar sus éxitos mundiales ha de funcionar sí o sí. De todas formas, esperaba al público más cálido y metido aún, y en comparación con otras actuaciones, la sesión en The Warfield, San Francisco, me pareció mucho más trabajada y atractiva.

Asistir a un show suyo es una experiencia que recomiendo, pero que sinceramente, esperaba más bestia y única todavía.

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